Lo bonito y a la vez delirante del mundo audiovisual es que cualquier cosa, por diminuta o insignificante que parezca puede originar una idea, ser el germen de una nueva historia. Donde antes había poco o nada ahora hay sentimientos, dudas, deseos, alegrías y tristezas, en definitiva, el reflejo de nuestras vidas en el maravilloso espejo que es el cine.
Algo así ocurrió la primera vez que vi la fotografía de Arnaud Frich. Una instantánea panorámica de París con infinidad de posibilidades. Al tratarse de una fotografía en 360º el movimiento de cámara era sencillo. A modo de panorámica en plano secuencia nos moveríamos a lo largo de la foto descubriendo poco a poco la noche parisina. Y para que tuviera un mayor sentido cinematográfico, la fotografía se editó en su extremo final para que pudiera terminar justo donde empezó.
Ahora sólo quedaba la historia que contar.
Elegí una famosa escena de «Al final de la escapada» por varios motivos. Primero, porque hablaban en francés. Me hubiera gustado contar con actores propios con un buen dominio de ese idioma, pero el tiempo y las circunstancias me hicieron cambiar de idea. Además, me parecía un homenaje totalmente merecido para una película que me sorprendió y cautivó desde el primer momento. La tercera razón para elegir dicha escena fue que en la película se desarrollaba totalmente en una habitación, lo cual me permitía trasladar más fácilmente esa acción a la de la fotografía de Arnaud.
A continuación podéis ver la escena original de la película de Godard:
Una vez escogida la escena y editada la fotografía, sólo quedaba ambientar la ciudad. Con una buena biblioteca de sonidos se pueden hacer maravillas. Tráfico, ambulancias, motos, perros, gatos, campanadas, el descenso de un río, grillos… Cualquier cosa imaginable en una ciudad sirve para nuestro propósito.
Y se acabó. Nuestro cortometraje de 4 minutos ya está realizado. Una fotografía, unos diálogos, sonidos varios y sobre todo, paciencia e imaginación. El resto es historia. Una historia más que contar.
Os dejo con «Patricia et Michel», subido en alta calidad.